Como reflejo de la realidad, el cine ha servido como espléndido vehículo de comunicación para despertar conciencias, denunciar injusticias u ofrecer su voz a los más desfavorecidos. En esta ocasión la MCIP se acerca a un tema de absoluta actualidad, los refugiados y su vertiente migratoria. Muy variadas son las causas que quiebran el destino de un ser humano y le obligan a dejar atrás su tierra, sus posesiones, sus seres queridos, abandonando todo en busca de un futuro mejor, de una oportunidad para vivir, que otros han decidido negarle despreciando su mera existencia.

A lo largo de la historia de la Humanidad, guerras, hambrunas, catástrofes naturales, decisiones políticas, cuestiones económicas, territoriales, religiosas, intolerancia absoluta, han provocado movimientos migratorios obligados. Desde un punto de vista poético es muy fácil reducirlo todo a la necesidad del viaje, del mítico Ulises en pos de la soñada Itaca. Pero la realidad es mucho más brusca. Todo refugiado y por extensión, inmigrante, parte de una necesidad, de una obligación perentoria de migrar por pura supervivencia. Las causas que originan esa huida son variadas, pero siempre justificadas y necesarias. En este ciclo nos acercamos a la figura del que todo lo ha perdido y ha renacido. Desde la vertiente poética, pero también cercana y real de los campos de refugiados saharauis con un halo de esperanza, hasta la ensoñación amable e infantil de un mundo lejano, extraño pero fascinante, pasando por la denuncia social centrada en el eterno nómada, aquel que se enfrenta a un periplo repleto de peligros y diversas amenazas, con un único objetivo, el poder conseguir un futuro mejor. Un sueño eterno que por desgracia no todos consiguen.