Del 1 al 4 de marzo
18:00 horas
Auditorio de la Fundación Díaz Caneja (C/ Lope de Vega, 2)
Entrada libre hasta completar el aforo
En colaboración con Acup y la Fundación Díaz Caneja.
En 1991, un grupo de gente inquieta y jovial (así se autodefinían) deciden crear la Comicsión, en el marco de aquel crisol de actividad que fue ACUP a principios de los 90. Con su tesón, trabajo y esfuerzo fueron capaces de crear una tebeoteca (que es como una biblioteca pero más transitada, con cómics en lugar de libros y con mucha alegría y color y viñetas en lugar de polvo acumulado), un concurso nacional de cómic, un fanzine antológico: “Garabato” (hoy objeto de coleccionismo), charlas y hasta exposiciones. Nunca, unos pocos amigos, inquietos, no lo olvidemos, hicieron tanto por muchos, de manera altruista. Esa devoción que sentían por el denominado Noveno Arte era contagiosa y les venía, por diferentes caminos, de lejos. Hoy, 25 años después, siguen igual de inquietos y joviales, aunque no tan jóvenes. Y gracias a esa pasión, nos descubrieron a autores hoy consagrados, como Enrique Corominas (sí, el de las portadas de Juego de Tronos), Manuel García (que se atrevió con Los Vengadores), David López (que cede sus pinceles a la Marvel); Cesar Esteban Muñoz (el de Motomutante Maroto), Félix Ruiz (el del mítico y efímero Caronte y que afiló las uñas a Lobezno) y tantos otros.
¿Y qué mejor manera de homenajear a estos amigos, por sus 25 años de actividad, sino con un ciclo dedicado a la relación entre cómic y cine? Como jamás se pondrán de acuerdo entre cómic americano de superhéroes o cómic europeo (su tema favorito de debate), hemos obviado ambos y nos hemos decantado por un brevísimo recorrido por diferentes estilos y tendencias. Desde el manga japonés, representado por el maestro Ôtomo hasta el tebeo hispano, de la mano de los míticos Mortadelo y Filemón, pasando por el comic independiente americano underground de Harvey Pekar o la novela gráfica británica con su máximo exponente Alan Moore.
Solo queda desearles un feliz aniversario y que nunca pierdan esa pasión por aquello que realmente les gusta: leer tebeos y decidir quién es mejor, si Asterix o Tintin.